Miras a ver si están tus padres, y están exactamente igual
que cuando les viste antes, miras la hora, y ves que son las 9:20, te extrañas,
y miras hacia la habitación de tu hermano, y le ves tumbado en la cama. Te
giras, y en la puerta de la cocina ya no está el halo de luz, vas hacia tu
habitación pero ya no estás tumbada en tu cama, ya no te sientes observada ni
escuchas pasos, te entra hambre, pero prefieres no abrir la puerta de la
cocina. Vuelves a tu cama, te sientes extraña. Empiezas a pensar en ese extraño
sueño que has tenido, pero no te convence del todo, lo notabas tan real…
Beep beep.
Tu móvil vibra. Lo miras y ves que es un mensaje, de tu mejor amiga;
María. Dice que te conectes, y así lo haces. La cuentas lo sucedido y te dice
que será un simple sueño, pero empiezas a buscarlo en internet, para quedarte
más tranquila… Buscando y buscando encuentras algo sobre viajes astrales, tú ya
sabías lo que son y de qué se tratan… Pero prefieres evitar pensar que es uno
de ellos, ya que te dan pánico. Se levanta tu madre, te da los buenos días, y
abre la puerta de la cocina, se queja del frío que hace dentro de ésta, y va a
su habitación a ponerse la bata. La puerta de la cocina se cierra de golpe y tú
sientes un escalofrío por todo el cuerpo. Te sientes rara, y decides salir a la
calle. Te das una ducha de agua fría, te vistes corriendo, te arreglas un poco
y le dices a María que en 5 minutos en la plaza. Llegas antes de la hora, y
mientras la esperas sigues pensando en el sueño, en los viajes astrales, y en
los espíritus. Es un tema que te da mucho respeto, pero por más que quieres no
consigues sacarlo de tu cabeza.